martes, 9 de marzo de 2010

Dureza espiritual

A veces la vida resulta tan enrevesada que es difícil distinguir si uno está en el lugar correcto. La vida pasa como un caballo desfogado que no sabe donde detenerse, la fugalidad de los momentos placenteros resulta eterna comparada con los dolorosos. Es hoy y de repente estoy en mañana, realmente es duro vivir, como dice mucha gente el verdadero infierno está en este mundo. Aunque después de todo no se está tan mal, hay cosas verdaderamente preciosas, la caricia de un niño, su ingenuidad, no saber lo que realmente está pasando por su cabecita. Pues si, soy padre y por eso hablo así, ciertamente que muchas veces la diferencia entre querer estar y no estar estriba en esos pequeñines que nos hacen la vida más agradable (o no). Pero independientemente de ello muchos vemos que nuestro interior está vacío, no nos equivoquemos no me refiero a un vacío de amor, de cosas de felicidad, etc.. si no un vacío de respuestas. Somos medianamente felices, pero algo desde dentro nos dice "toc toc" no es eso todo, hay mas. ¿pero el que? ¿Alguien es capaz de decirme que hay más allá de todo esto?, claro respuestas hay para todo, un super dios que nos va sacar de donde nosotros no hemos sabido salir. ¿o no? yo pienso muchas veces en el final del camino y no hago otra cosa que preguntarme ¿y después? pero el caso es que me pongo en ese después y me vuelvo a preguntar y ¿después? es decir la espiritualidad de la propia muerte. Resulta irónico, pero es así, es un pensamiento que me angustia sobremanera, muchas veces me quedo paralizado del terror de pensar en ello.
Como persona racional, soy capaz de pensar que hay un final, y que puedo llegar a ese final, pero pensar en el después del final me "bloquea" y es algo con lo que no puedo luchar, bueno, miento un poquito, hay una personita que siempre me da muchísimas fuerzas y pensar en ella me ayuda a superarlo, mi mente quizás no sepa y tenga miedo, pero mi pequeña lucecita me calma el alma y me da una tranquilidad que no puedo describir, y por eso sé que más allá hay algo, pero como persona no soy capaz de admitirlo, como alma puede que sí.

martes, 13 de mayo de 2008

El largo sueño

A veces, antes de que llegue el sueño y me lleve entre sus brazos, mi mente navega por extraños caminos que me llevan a pensar en lo que pasará al final de mis días. Entonces imagino una gran oscuridad que invade mi alma y una fría sensación de angustia invade todo mi cuerpo. Es un sentimiento muy duro, me imagino que no hay nada más allá, que mi conciencia desaparecerá, lo cual me hace sufrir. Me imagino qué es lo que habrá más allá, ¿cómo será aquello? imagino mi vida en este planeta y no soy capaz de concebir más allá. Se que mi cuerpo mortal y su mente no es capaz de asimilar el conocimiento ni el porque, pero y si no hay nada más. Y si todo acaba en nuestra muerte, entonces todo mi mundo se me cae, pienso que continuamente estoy perdiendo el tiempo, que no hago lo que verdaderamente me gustaría hacer. El otro día este frío sentimiento entró en mi mente, provocando un torrente de angustia axfisiante, sin embargo hubo algo que al recordarlo hizo que me invadiera una inmensa paz. Lo que recordé fue una experiencia que tube hace muchos años, en ella, fui agraciado con un pequeño "viaje astral" recuerdo que paseaba por el pasillo de mi universidad y pensé ¿por qué no acercarme al tablón a ver las notas? (supuestamente mis notas del futuro), pero en ese momento en el que mi cuerpo se dirigía hacia el panel, un personaje se acercó a mí de frente y con su mano tocó mi torso y me miró. Su mirada lo decía todo: eso está prohibido. Recordar esto me infundió algo muy importante, que probablemente haya algo más allá. Aunque por experiencias que en otra ocasión relataré os diré que mis convicciones morales, éticas y personales están un tanto demolidas.